lunes, 23 de julio de 2012


Acercamientos a la complejidad del concepto "sistema político"

Thalía Fung y Carlos Cabrera

La propia palabra "sistema" lleva consigo un sentido integrador, y si se trata de sistema social, las interacciones implican un grado apreciable de relaciones coherentes entre subsistemas y relaciones intersubjetivas que, a la vez, junto a las intervenciones externas, poseen su configuración propia.

Esta introducción que consideramos necesaria es el resultado de que en América Latina, lo sistémico ha padecido de un "tour de force" desde su surgimiento. A formas de producción que se conjugaban con el estadío de la relación sociedad-naturaleza se impusieron otras correspondientes a sus portadores foráneos, lo cual trajo aparejado el choque aniquilador de las comunidades primitivas o la detención del desarrollo de aquellas que habían alcanzado formas de propiedad privada; pero que no lograban la sintetización y simplificación de las europeas.

Luego el sistema que se hizo imperante no sólo fue impuesto, sino que el mismo poseía graves ausencias o deficiencias en su seno. Si ello sucedía con el sistema social en general, las formas políticas, por naturaleza, reduccionistas, se veían constreñidas a un distanciamiento de lo social, de lo natural, de lo histórico-cultural autóctono auténtico,de una mayoría de portadores reales, condicionada por una intervención exterior, que, por otra parte, globalizaba el mundo, por primera vez ,en la historia de la humanidad..

El sistema político americano siguió normas y pautas de una Europa ya madura que había, al parecer, superado, diferenciaciones de orden étnico y cuya superestructura estatal y jurídica comenzaba a alcanzar un acelerado grado de afirmación y consolidación. No obstante, lo mismo que normandos, francos y germanos dejaron sus huellas aún en formaciones económicas más avanzadas en su simplificación, América ofreció vías e ideas de libertad, solidaridad, cooperación, colectivismo, que Europa ya había olvidado. Fue, a pesar de todo, una globalización en ambos sentidos y con grados diferentes de objetividad.

Europa recogió las para ella nuevas experiencias americanas en utopías como las de Tomás Moro y Tomasso Campanella.

Es, por tanto, un hecho histórico-político que el sistema en América conformó por una parte, un macrosistema globalizado y globalizador, y por la otra, dio una dimensión enorme, condicionante, a las contradicciones externas, a la vez, que lo yuxtapuesto, hibridizante poseía junto a la tendencia de importar lo sistémico, el hecho de una incertidumbre constante en relación con el devenir. Con esas características, es nuestro criterio, que se instauran los sistemas sociales americanos, y, por ende, sus sistemas politicos. De suyo, tienen la principal diferencia, de que son resultado de una historia que no les es propia. Por ello la búsqueda de su "lógica especial" es imprescindible para acercarse a la verdad política y ello mismo posee un valor teórico-metodológico.

UNA HISTORIA DEL PROBLEMA

Es asumido por algunos autores, el criterio de que el concepto de sistema político se retrotrae a Aristóteles, aunque se le atribuye a T. Hobbes el primer enfoque sistémico aplicado a la política que culmina con su Leviatán. Por otra parte, se ha extendido la opinión de que es en el marco de la politología y sociología de Occidente donde se encuentra su origen, atribuyendo a G. Almond, M. Weinstein, H. Jaguaribe, David Easton la aplicación de la teoría sistémica a la vida política, que toma su fundamento en la concepción de Talcott Parsons sobre el análisis sistémico y estructural de la vida social. (Ver al respecto Contemporary Political analysis, Ed. By Charleswoeth, J. N. Y., 1967, p.164, Weinstein, M, Sistematic Political Theory, Columbus, Ohio, 1971, p.12, y 41 Jaguaribe, H. Political Development: a general theory and a latin american case study, N.Y., 1973, p.138)

También en la Ciencia Política, a través de David Easton, se buscó la creación de una teoría política unificada, que, como se sabe, invadió la ciencia en los años 30, sobre la base de la corriente neopositivista. Con el apoyo de la cibernética, Easton crea un modelo de circuito cerrado, cuyo interior funciona como una "caja negra". A Easton lo que le interesa, en especial, es la interacción con lo que llama medio ambiente.

Este medio ambiente se conforma en niveles que cualifica en: a) los existentes al interior de la sociedad (económico, cultural, social, psicológico, religioso), b) los no sociales (ecológico, biológico)que pertenecen a lo que llama sociedad global, y c) los exteriores a la sociedad global (económicos y políticos internacionales). Por supuesto, a Easton habría que juzgarlo en su tiempo, pero aún en dichos límites, no es aceptable considerar "no sociales" a los sistemas ecológico y biológico.

De modo contradictorio a Talcott Parsons, David Easton evalúa al sistema político en su dinámica y no en su estática, inclusive considera que se encuentra en permanente crisis e inestabilidad, que en agudos momentos de conflictos y conmociones puede llevarlo a su destrucción.

Easton interrelaciona el sistema político con su entorno socioeconómico y cultural a través de demandas y apoyos, es decir, las primeras reflejan las insatisfacciones y planteos al sistema, lo que exige cambios en la distribución de los valores societarios escasos, mientras que los apoyos permiten buscar soluciones a las demandas que posibiliten su estabilidad, aun cuando no solucionen los problemas, restablecen un cierto equilibrio.

Las concepciones de Easton reflejan de forma adecuada el desarrollo de varios sistemas políticos occidentales al defender tanto la estabilidad como el cambio, porque este, en un momento determinado es el que puede favorecer la autorreproducción del sistema político. La frase de "todo debe cambiar para que todo siga igual" refleja, de modo popular, la autoperpetuación de un sistema político, que, en ocasiones, implica reemplazo completo de gobierno.

Al seguir a Talcott Parsons en su concepto sociológico de sistema social ,sobre la base del cual pretende tipologizar los sistemas políticos, G. Almond prioriza el concepto de cultura política y lo vincula a lo que llama sistema de acción, la estructura del poder, la orientación a la realización de acciones políticas y otros conceptos característicos de la teoría estructural-funcional.

Almond considera a todo sistema político como sistema de acción , en el cual se interrelacionan los elementos formales y no formales. Es un aporte reconocido del pensamiento de Almond, la función del rol que alcanza el grado de entidad fundamental del análisis estructural-funcional y del examen por niveles: "posibilidades del sistema", "funciones de transformación", "funciones de conservación", "adaptación". También la coacción física se valora como forma legitimante de apoyo a un orden estable, elemento propio de todo estado, y lo es, ella cubre un tiempo tan dilatado como es una macroetapa del desarrollo de la humanidad, cubierta por la existencia de las clases.

Tanto en Almond como en Easton, la estabilidad, inestabilidad, tensión del sistema político se definen por las cargas y las relaciones input-output originadas en cada uno de ellos. El esclarecimiento aportado por ambos, de gran valor para el estudio del funcionamiento de los comportamientos en el sistema político presentan, de entrada, una limitación : en la medida en que las demandas se complejizan por cargas actuales y pretéritas, las soluciones poseen un grado particularmente grande de incertidumbre, y cualifican el sistema fundamentalmente por sus tensiones y no por la estabilidad reproductiva buscada.

Del propio modo que Easton y Almond, Karl Deutsch se basa en la cibernética para explicar el funcionamiento del sistema político y lo explica a partir de cuatro fases: a) la dimensión de la información recogida por el sistema, b) la relación temporal entre demanda y respuesta, c) el beneficio obtenido, d) el desfase.

A mayor capacidad de información, el desplazamiento en la consecución de los objetivos se hace más lento; la relación temporal implica el espacio entre la recepción de la demanda y la toma de decisión; los beneficios se vinculan a los comportamientos, mientras que el desfase se refiere a la distancia que media entre la posición que ocupa el objetivo alcanzado por el sistema y la posición que ocupaba en el momento en que se recibe la información. Esta cuestión mide la capacidad predictiva del sistema.

Múltiples definiciones se disputan la conceptuación adecuada del témino sistema político. Debbach lo cualifica como "el conjunto de interrelaciones políticas existentes en los marcos de un sistema global y todo abarcador como lo es la sociedad " (Debbach. Ch., Daudet, Y.Léxico de términos políticos, Paris, 1974, p.253.) En el propio sentido, H. Wiseman, lo considera "sistema de interacciones existentes en todas las sociedades independientes, que cumplimenta funciones de integración y adaptación, con ayuda del uso, o amenaza de empleo de medios más o menos legalizados (Wiseman, H. Political systems: some sociological approaches, Routleedge, 1966, p.100).Por otra parte, M. Kaplan lo evalúa como el "conjunto de cambios de dimensión relacionadas entre sí por una o varias funciones". (Kaplan, M., Macropolitics, N. Y., 1969, p. 25.)

Es interesante notar que todas estas definiciones-así como otras no incluidas- poseen como denominador común las relaciones políticas, ahora bien, este término, por una parte, denota una posible variable independiente, pero por la otra no devela la complejidad de su contenido y la desigualdad de los grupos elitiarios de poder y los macrogrupos.

De todos modos, nos parece valiosa, la indicación metodológica de estudiar el conjunto de interacciones políticas que tienden a devenir sistema y en el que se incluyen inclusive relaciones opuestas como las estrictamente políticas y las civiles,que hasta ahora parecían llevar el sello de la privatística, en contraposición a lo considerado público.

En este contexto, es oportuno recordar a Marx cuando dice que "A una determinada sociedad civil, corresponde un determinado Estado Político, que no es más que la expresión oficial de la sociedad civil" (Marx, C. "Carta a Annenkov" en Obras Escogidas.)

Aunque Marx utiliza en algunas ocasiones "régimen político" y "superestructura política" y no existen determinaciones en su obra, de dichos fenómenos que los distingan completamente, es necesario tener presente lo siguiente: Marx trabaja con totalidades sociales como la formación económico social, donde se establecen jerarquizaciones e instancias de condicionamiento a un macronivel, se trataría de una aproximación filosófica, sin las especificidades propias de una ciencia integradora como la Ciencia Política; pero que prioriza determinado enfoque de un grado inferior de generalización, y donde los comportamientos políticos resumen y asumen las ideas, voluntades,tradiciones, normas, decisiones de grupos ,de individuos políticos y de instituciones políticas, de ese modo, en la Ciencia Política, la suprestructura política se trataría como estado, y el régimen político como "el conjunto de instituciones políticas al interior de las cuales se reparten los mecanismos de la decisión política " denotación más aproximada al referente real dada por Georges Burdeau ( Méthode de la science politique, Paris, Dalloz, 1959, p. 433), que la más abstracta definida por Maurice Duverger (Duverger, Maurice, Institutions politiques et droit constitutionnel", Paris, Puf, 1965, p.22.)

Por nuestra parte, y con un intento de universalizar el concepto de sistema político, al incorporar los puntos de vista del y desde el sur, definimos el sistema político como: CONJUNTO DE INTERRELACIONES POLITICAS OBJETIVAS (entre Instituciones, Estado, Partidos, Grupos de presión, Grupos de interés, Clases sociales, Organizaciones Internacionales y nacionales, económicas, científicas , mediomabientales y culturales) Y SUBJETIVAS (Normas, conciencias, tradiciones,culturas políticas, formación de políticas, toma de decisiones) TENDENTES A UNA ORGANIZACIÓN SISTEMICA DE LA PRODUCCION Y REPRODUCCION DEL PODER SOCIETARIO Y AL EJERCICIO DE SU DISTRIBUCION SOBRE LA BASE DEL EQUILIBRIO. ESTE SISTEMA SE ESTRUCTURA FUNDAMENTALMENTE EN SOCIEDAD POLITICA Y SOCIEDAD CIVIL, EN EL CUAL EL ESTADO DESEMPEÑA EL PAPEL PREEMINENTE..

En esta definición (Fung, 1998), se asume una posición que es polémica y que se enfrenta a denotaciones que consideran:

a) que el sistema político se identifica con la sociedad política,

b) que aunque no aparezca indiferenciado de la sociedad política, no incluye la sociedad civil,

c) el sistema político se basa en la organización política de la sociedad, por lo tanto, aunque incluya normas politicas, cultura política e, inclusive, conciencias políticas, su eje central se encuentra en la mencionada organización,

d) era consensuado entre los filósofos y sociólogos soviéticos que en las sociedades capitalistas había organización política, pero no sistema político.

Por nuestra parte, siempre consideramos que, para ser consecuentes con Marx, si había una sociedad verdaderamente sistémica, era la capitalista, que se coronó con el Estado, cuando las relaciones económicas habían asegurado la privatística , lo cual convertía la base y su expresión política, la superestructura, formas de la conciencia social y otras instituciones, en un conjunto esencialmente sistémico.

Es nuestro criterio que los elementos fundamentales del sistema político y los máximos generadores de poder son el estado y la sociedad civil y desde finales de la década de los ochentas del siglo XX, la emergencia de macrosistemas o de un macrosistema global implica que la ecuación antes propia de un sistema político dado, se conforme en sociedades civiles internacionales y megaestados o en una sociedad civil verdaderamente global y un gobierno mundial..

(Epígrafe tomado del libro CIENCIA POLITICA: NUEVAS DIMENSIONES Y PERSPECTIVAS, en edición en la Editorial Félix Varela, La Habana, 2002.)

Thalía Fung, especializa en Filosofía Política y Ciencia Política. Dra. en Ciencias, Profesora titular consultante e Investigadora titular, Presidenta del Tribunal Nacional Permanente de Ciencias Políticas. Presidenta de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas.

Carlos Cabrera, Especializa en cultura política cubana. Dr. en Ciencias Políticas, profesor auxiliar, vicedecano docente de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.

Jean William Lapierre

Un sistema político es un conjunto de procesos de decisión que conciernen la totalidad de una sociedad global
Jean William Lapierre, L’analyse des systèmes, 1976

Gabriel Almond

Gabriel Almond elucubró una definición propia del sistema político acorde con la teoría funcionalista:

Un sistema político es un sistema de interacciones, existente en todas las sociedades independientes, que realiza las funciones de integración y adaptación, tanto al interior de la sociedad como en relación con las otras, mediante el uso o la amenaza del uso de la violencia física más o menos legítima
Gabriel Almond, A functional approach to comparative politics, 1976

Karl Deutsch

Se basó en la teoría cibernética en consonancia con la mecanicista para construir un modelo de sistema político visto como si se tratara de un sistema de comunicación en el que el actor que busca obtener el poder ejecutivo es considerado un centro de toma de decisiones Un conjunto capaz de autodirigirse a partir de la información que recibe del medio ambiente con el cual interactúa mediante flujos.

Maurice Duverger

Un sistema político es el conjunto del sistema social estudiado en sus aspectos políticos

Samuel Phillips Huntington

Un sistema político es un conjunto formado por unas determinadas instituciones políticas, que tienen unas determinadas expresiones formales identificables en el régimen jurídico, en relación con un cierto nivel de participación que se manifiesta en conductas observables empíricamente y referidas al ejercicio del poder político por medio de las instituciones y los actos del gobierno.



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